lunes, abril 14, 2008

Duelo…?:

Cosme paseaba, como todo domingo, por la avenida; pensando en sus cosas y planeando la semana que se venia. Siendo una persona bastante sociable y además viviendo en un barrio que podríamos llamar pequeño; Cosme era bastante conocido por casi todos los vecinos, los cuales no ocultaban su aprecio por el y por su tranquila y amable presencia, y los que no lo conocían no albergaban ningún mal sentimiento en contra suya.

Cosme había llegado a conocer, sin proponérselo, muchas de las venturas y desventuras de la gente del barrio, ya sea por un encuentro casual en alguna de esas caminatas dominicales, ya sea por el aire de confianza que exhalaba, ya sea por alguna borrachera necesitada de oídos amigables o simplemente por ser el única alma disponible en el momento adecuado.

Uno podría pensar que con tal “fortuna”, Cosme podría verse tentado a acabar como “el chismoso” del barrio...pero no es así. Cosme se hizo conocido por la prestancia de sus consejos y por la sinceridad “a prueba de balas” que exhibía en todas y cada una de sus intervenciones.

Es así, que en uno de esos paseos dominicales, cuando ya apuntaba al retorno, encuentra en una de tantas esquinas a Teo; joven animoso y de un carisma poco común para muchachos de su edad. Fue en una de esas “borracheras con necesidad de audiencia” que Cosme conoció a Teo, pues a sabiendas de la fama del primero, el segundo (con unas copas encima) fue por su consejo con miras de entender el por que habiendo tantas estrellas y tan bonitas todas; no podía uno quedarse con un pedazo de cielo nocturno y así observarlo el rato que uno mas prefiera.

Ese día la charla no duro mucho. Cosme y su característica sinceridad pusieron fin a las dudas del beodo cuestionánte; “Mira Teo, eso es imposible, ¿no sabes acaso que las estrellas no son para una sola persona?, ¿no recuerdas que la noche nos abraza a todos por igual sin preferencia alguna?, entonces tu deseo además de egoísta, es irrealizable. ¿Por qué más bien no aprecias cada noche que puedes tener y a las estrellas que a la vez que tú las observas ellas te observan a ti?”

Teo no pudo elaborar respuesta ante tales palabras.

Aceptando pues su condición de egoísta observador...y de curioso borracho, Teo se despidió de Cosme con un abrazo y la promesa de amistad perpetua; “Grrcias compadre...’sto nolvido nunca”. Cosme necesito tres días para convencer a Teo de que la charla tuvo lugar y que su repentino cariño por la noche y las estrellas no era más que la consecuencia de tal charla.

En fin...volviendo al encuentro de ambos personajes; es que Cosme, luego de observar como la cabeza de Teo descansaba sobre sus manos, los ojos vidriosos, la nariz mocosa y el cuerpo al borde de la acera entre sentado y desparramado, preguntó; “¿Y compadre...a que se debe la apariencia de muerto en vida?”, a lo que Teo, con una expresión inmóvil, las lagrimas recorriendo el rostro y un suspiro entre melancólico y penante, responde; “No puedo creer que ella se haya ido”

Cosme; suponiendo que tal expresión emitida por Teo, no podía hacer referencia mas que a una mujer y a sabiendas que Teo no tenia familia conocida en el barrio, en un tono dulce y comprensivo responde; “Debe ser duro quedarse solo en la casa y además con los hijos”.

Teo, entre sollozos, responde; “Yo no tengo hijos”

Cosme, al tanto de su equivocación, trata de enmendar su error; “Bueno...pues cuando la esposa de uno se va, debe ser igual de duro el quedar solo en la casa”

Teo, con voz mas calmada, comunica; “Yo no estoy casado”

Con la carga del malentendido, Cosme lanza una frase salvadora; “Pues años de noviazgo mellan de igual manera el espíritu de cualquier hombre cuando la pareja abandona el hogar”

Teo, levantando la cabeza, aclara; “Solo salimos por unos meses”

Rojo de vergüenza por las metidas de pata, Cosme trata de ser comprensivo; “Es que el amor a primera vista nos deja heridos tal y como un amor de tiempo”

Teo, ya de pie y con tono dubitativo, explica; “Recién empezábamos a conocernos bien”

Entonces, ante esta ultima frase; Cosme, ya sereno y pensativo pregunta; “Entonces compadre... ¿por qué cuernos anda así como alma en pena?

Teo miro fijamente a Cosme mientras un color rojizo se elevaba por su rostro, dio media vuelta y se dirigió a su casa. Cosme entonces, decidió dar por terminada su caminata y emprendió el retorno al hogar; pensando en sus cosas y planeando la semana que se venia.

1 comentario:

Raúl dijo...

La noche nos abraza a todos, (silent embrace), pero a veces uno desea que la noche se eternice 5 minutos más, a veces uno reza de rodillas para que el alba no llegue todavía y pide "por favor, un cachito más"... aunque se sabe que el alba ha de llegar invetablemente y el sol brillará con promesa de una nuevca noche.

A veces el amanecer suele ser más oscuro que la noche, a veces se hace lo que sea para alargar el suspiro cinco segundos más... es egoísta, es irrealizable, pero al fin y al cabo, se vive, y se mira al frente para continuar...

Bonito post, nos vemos por ahí